jueves, 13 de enero de 2011

A la espera, Esperanza.





Esperan las horas interminables posadas sobre el regazo de Cronos a que la las moiras corten su hilo de la vida, pero he de aquí que las moiras están llegando demasiado tarde porque no tienen hilos que tejer debajo de las entretelas del tiempo.

Así espero yo la llegada del tren que me llevará a ninguna parte con un único equipaje: mis ganas de desaparecer entre tus brazos.

Nunca nos hemos visto, solo una absurda correspondencia con dirección equivocada ha unido nuestras líneas y desde hace mucho que nos carteamos con la esperanza de alentarnos el uno al otro en nuestra soledad común. Curiosamente llegamos a encajar, pero … aún no nos hemos visto, aun no nos conocemos como deberíamos y no voy a engañar a nadie; tengo miedo.

Miro el reloj una vez más… ¿dónde está ese estúpido tren que no acaba de llegar nunca?

Te he dicho que voy a llegar con mi largo pelo negro suelto, con un cuello de cisne negro y unos pantalones ajustados grises, sin maleta y sin futuro, sin retorno, sólo con mi voz y mi guitarra para salir adelante en una ciudad que nunca he visto, persiguiendo un sueño anhelante como la vida misma, pero nada dejo aquí que pueda perder, así pues confío en que mi carta haya llegado a tiempo y que hayas podido leerla antes de que yo llegue, porque si no es así, jamás volveremos a saber el uno del otro ya que quemé tu dirección y todas tus cartas antes de salir de casa y jamás voy a volver a este que hasta entonces he llamado hogar.

Nada espero, créeme, me entrego a esta aventura sola y sin ningún tipo de afán, solo perpetúo pétreo el amor que siento por ti dentro de mi corazón. Sé que aun no te lo he dicho y se que tú tampoco me has prometido la eternidad, pero es tan fuerte lo que siento cada vez que este malandrín late que negarlo me va a llevar al suicidio tarde o temprano.

¿Crees que te gustaré?

Vaya… ¡qué susto!, acabo de oír el primer pitido en la lejanía del tren que se aproxima, mi tren, mi destino… ¿estarás esperando en la estación?

… ¿seguirás esperando en caso de que no lleguemos a encontrarnos?

Te cantaré una nana mientras esperas para que jamás puedas olvidar el sonido de mi voz.


--))--((----- * * * -----))--((----- * * * -----))--((----- * * * -----))--((----- * * * -----))-----

1 comentario:

  1. Poco más que el suspiro y la resignación para los cobardes. Gloria para los que se enfrentan al enemigo, aún cuando corran riesgo de deshilacharse.
    Saludos Muñeca de Trapo

    ResponderEliminar